En esta entrevista, Alejandro Soriano, dueño de la empresa Ormay, comenta la participación de la firma en el Programa de Desarrollo Exportador de la Agencia ProCórdoba. Además, rescata parte de la trayectoria y la diversificación de la empresa.
-Ormay es una marca que representa trayectoria. ¿Cuántos años tiene la firma?
-Más de 60 años. La empresa se fundó en mayo de 1953.
-Después de tanto tiempo, ¿qué identifica hoy a Ormay?
-La característica distintiva es la diversificación de productos. En este sentido, el modelo que elegimos va a contramano de la especificación. La permanencia en el tiempo también forma parte de nuestra identidad. Poner como primer objetivo la permanencia es un compromiso muy importante, implica dar prioridad a la trayectoria aún en momentos críticos.
Además, somos fabricantes integrales de lo que producimos. Este es un sello distintivo que nos permite emplear actualmente a unas 60 personas.
-¿Cómo logró Ormay instalar su marca a nivel nacional?
-Desde sus inicios, el fuerte fue la venta en Córdoba y la zona norte del país se tomó como complemento. A su vez, elegimos no incursionar en Capital y Gran Buenos Aires por la competencia de los grandes fabricantes. Desde que se fundó la empresa hasta ahora elegimos el resto del país, eso nos permite tener un poco más de estabilidad a nivel industrial y comercial.
Por otro lado, nosotros no vendemos directo sino a un cliente que comercializa directamente al público. Trasladamos en estos clientes nuestra capacidad y tratamos de que nos represente y eso es clave.
-Ud. mencionaba como característica de la empresa la diversificación. ¿Qué productos están realizando hoy?
-Nosotros tenemos dos marcas. La segunda marca de la empresa es Okey, que tiene más de diez años. Teníamos un producto, la cocina, con una determinada característica de ancho que tenía una importante posición en el mercado. Ahí encontramos un nicho de mercado distinto al de la cocina ancha. Entonces decidimos utilizar una marca que teníamos para relacionarla con Okey, que es la marca para esta nueva gama de productos.
Después en la línea Ormay de cocinas ampliamos la gama, diversificamos modelos y logramos una diversidad de clientes. Tenemos grandes cambios estéticos, no tanto funcionales. Esto nos ha permitido insertarnos de buena manera.
Además, los termotanques y calefactores a gas fueron otros productos que generaron un complemento de la línea. También en 2005 iniciamos el proyecto de un horno empotrable y un anafe, innovamos con esa línea, fue un salto porque eran productos de mediana y alta gama que nosotros no teníamos. Ese proyecto se inició con una característica particular: generar un producto de cero, sin utilizar partes de otro.
-¿Cómo surgió el interés de Ormay por el comercio exterior?
-Hace dos años la Agencia ProCórdoba nos ofreció el Programa de Desarrollo Exportador. En primera instancia nos preguntamos si nos convenía porque el tipo de cambio no era favorable, no podíamos comprar componentes importados. Pero en el contacto con los técnicos de la Agencia comprendimos los beneficios de estar preparados para cuando surjan las posibilidades, aún cuando no vislumbrábamos oportunidades inmediatas. Entonces decidimos empezamos a trabajar hace un año y varios meses.
-¿Cuáles son los logros que obtuvieron a partir de ese trabajo?
-Hoy tenemos contactos en algunos países limítrofes. Sabemos que el volumen de los productos en relación con los valores no es interesante para desplazarse mucho, por la logística que implica. De todos modos, nuestros clientes potenciales están, sobre todo, en algunos de los países limítrofes. El año pasado hicimos los primeros contactos con Bolivia y estamos profundizando en pos de oportunidades concretas. También estamos buscando alternativas en Paraguay.
Entendimos que había que trabajar el perfil exportador aunque no haya posibilidad inmediata de exportar. Es una convicción lenta, que lleva su tiempo, pero vamos viendo los avances.
-Además de la cercanía ¿por qué los países limítrofes son importantes mercados?
-Haciendo un análisis vimos que, si bien Chile tiene un mercado chico e inconstante, tienen mucho comercio con Oriente y ese es un potencial. Después, Brasil puede representar una buena oportunidad. En Bolivia, detectamos que Santa Cruz y La Paz tienen un crecimiento relevante, con una buena demanda de nuestros productos.
En ese país, tuvimos un contacto clave que nos realizó pedidos. Están analizando las posibilidades de compra a futuro. Sabemos que es un proceso lento, a lo cual se suma la logística que implica trasladar nuestros productos, pero no iniciamos el trabajo en el Programa de Desarrollo Exportador por una búsqueda inmediata. Además, lo valioso del asesoramiento de ProCórdoba está en el acompañamiento, en la búsqueda continua de oportunidades y en la mejora de nuestro perfil exportador.
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